Buenos días yoguis,

Tengo que contarte que hay cosas que voy descubriendo con el yoga que me dejan un buen tiempo en éxtasis, soy de esas personas que cuando algo les llama la atención no se puede quedar con la primera información, necesito investigar … también será porque a la primera no me entero bien del todo, no lo sé, pero allí estoy yo buscando información y atando cabos para comprender y relacionar conceptos nuevos.

Uno de los temas que más me han impactado al inicio de mi aventura con el yoga ha sido el concepto de Cadenas musculares, como trabajar zonas del cuerpo desde la conexión con otras y así abarcar su “tratamiento” de una manera más orgánica e integral.

Al hablar de Cadenas musculares debemos nombrar primero a Francoise Mézières, fisioterapeuta francés que escribió su tesis en 1947, y al que le debemos el concepto de cadenas musculares, ya que se atrevió a observar, cuestionar todo lo que se había enseñado.

Mézières se dio cuenta que, al empujar la cresta ilíaca de un paciente hacia atrás para corregir la curvatura lumbar, se movía la cabeza y la columna cervical. Antes de ello existía una visión reduccionista: músculos, unidades, sistemas independientes. Nunca como un todo que se reequilibra constantemente.

 

 

Hablamos del cuerpo como una Unidad.

El cuerpo es un armazón tridimensional vivo y en movimiento cuyos elementos dependen de un adecuado equilibrio entre tensión y compresión, entre los elementos rígidos (huesos) y elementos flexibles (conjunto de músculos, fascias y tejido conectivo). Esto es lo que le permite a la estructura tener una integridad total.

Hablar de cadenas musculares o miofasciales es cambiar la comprensión que tenemos del cuerpo humano.

Las cadenas miofasciales o musculares son circuitos de continuidad muscular a través de las cuales se propagan fuerzas.

Existen cinco cadenas de músculos. Estos músculos están sujetos unos a otros como cuerdas anudadas. La tensión ejercida en uno de ellos afecta a la tensegridad de toda la cadena.

Entonces, cuando algún músculo altera su tono o su tensión, esto afecta a diferentes partes de la cadena, que tratan de compensar, creando así desalineaciones, molestias, dolores, patologías e incluso lesiones porque se pierde el equilibrio tensional de la cadena.

Tratar el músculo de manera aislada no es la solución, sino observar las cadenas y devolverlas a su integridad tensional.

 

La alteración del tono de las cadenas determina nuestra postura.

Estas cinco familias corresponden a cinco arquetipos comportamentales, por lo que, nuestra actitud determina nuestra postura y nuestra postura determina nuestra actitud. El entorno, los hábitos, las estaciones también influye en la activación de unas cadenas u otras.

Somos seres complejos , tengo guardada en mi memoria la expresión que escuche tantas veces de mi maestro en yoga terapéutico Jose Manuel Sanchez “los cuerpos hablan” y es así, porque en realidad nuestros cuerpos se van moldeando con nuestra historia personal.

Aprender a hacer lecturas del cuerpo, observar, analizar, personalizar es fundamental para un profesor de yoga terapéutico. Y guiar al alumno en su práctica para que adquiera conciencia corporal y junto a la respiración pueda reconocer patrones de comportamiento corporal que pueden dañar su salud.  Asimismo, esa forma de mostrarnos puede influir en la forma en como nos relaciones y nos comportamos frente a situaciones y cómo nos perciben los demás.

Por eso es yoga. Mente y cuerpo se expresan al unísono.

¿Pero sabes lo más fascinante?

     

 

 

La neurociencia pone de manifiesto como la postura corporal afecta a la capacidad cognitiva del cerebro.

Cuerpo y mente se comunican constantemente.

No solo el cuerpo visceral, los órganos, influyen sobre el cerebro y nuestra mente. Las sensaciones de nuestro cuerpo y nuestra postura corporal también. Comenta Nazareth Castellanos, neurocientífica española.

Antonio Damasio, uno de los grandes neurocientíficos de este siglo dice que “Nuestro cuerpo sabe lo que la mente aún no se ha dado cuenta”. “El cuidado de la postura corporal no solo tiene evidentes beneficios en la musculatura sino también en la mente”.

De dichos experimentos se concluye que una mayor interocepción (ser más consciente de las sensaciones que vienen de nuestro cuerpo) nos hace ser capaces de regular mejor nuestras emociones, y tomar mejores decisiones (Craig, 2009). De ahí la importancia de tomar consciencia de nuestro cuerpo, de sus sensaciones y de su postura.

Los antiguos yoguis ya tenían un conocimiento asombroso de funcionamiento de la psique y cuerpo. Ellos ya sabían lo que nosotros aún estamos explorando.

Consulta mis talleres de Movimiento consciente y Cadenas Musculares.

Namaste.

Somos una comunidad que nos gusta ir descubriendo cosas en nuestro camino de evolución. Cuéntame que te ha parecido el artículo. Suscríbete a mi blog. Namaste.  Buen camino.  Alejandra

 

 

prueba clase gratis